martes, 13 de septiembre de 2011

Fuck, fuck and fuck.

Nunca en mi vida me había sentido tan mal como cuando nos peleamos, me asusté mucho. Tenía mucho miedo de perder otra vez una amiga, porque estaba segura de que había acertado esta vez. Volvería al pasado para que no sucediera nunca, pero entonces no sabría como continuar hacia delante.
Ahora está arreglado, pero me asusta que vuelva a pasar. 
Por otro lado mis demás amigas me están hartando. Estoy harta de que no sepan hablar de otra cosa que no sea novios, chicos y novios otra vez. Además del sentido del humor en la punta del pie que demuestran en múltiples ocasiones, y de comentarios absurdos que me dejan helada, y de que no se pueda mantener una conversación sin que acabe derivando otra vez en novios y corazones rotos. Yo quiero gente con la que poder reírme, pasar un buen rato escuchando la música que nos gusta, hacer el payaso y hablar de cosas sin importancia.
Yo aprecio a mis amigas, pero a veces tengo la sensación de que, o no me aprecian, o no me lo demuestran; porque yo casi siempre llamo e intento quedar y hacer planes, aunque normalmente no me salgan o me digan que no quieren ir porque una manifestación absurda sea más importante que un plan que teníamos desde hace siglos.
A veces tengo envidia de esa gente "popular" que tiene amigos incluso en el infierno, pero luego pienso que es mejor tener unos cuantos amigos, y que éstos sean de verdad, aunque ni yo sepa lo que eso significa.

sábado, 21 de mayo de 2011

Save me. Cap 2.

Me desperté muy pronto y estuve dando vueltas en la cama un rato hasta que me levanté. Abrí mi armario y me puse lo primero que encontré, camiseta, vaqueros y cazadora de cuero. Salí paseando tranquilamente hacia el parque que no estaba muy lejos de mi casa. Me preguntaba como estaría Effy, si se habría cortado el pelo, si se habría hecho algún tatuaje nuevo, si habría cambiado de trabajo, me resultaba raro volver a casa después de tanto tiempo.
Encontré a Effy nada más llegar al parque, estaba sentada en un banco, a la sombra que ofrecían los árboles, con las piernas cruzadas y mordiéndose un poco las uñas; seguía igual que siempre, con el pelo largo y rizado, alta y delgada. Cuando me faltaban unos pocos metros para llegar a su lado grité su nombre con fuerza para asustarla, ya que estaba completamente en otro mundo.
- ¡Effy! - ella se dio la vuelta sobresaltada y saltó del banco para abrazarme.
- ¡Brian! - gritó mientras me rodeaba con su brazos. -Te he echado de menos. Quiero que me lo cuentes todo, me muero de curiosidad por saber qué tal os ha ido.
- Pues nos ha ido bien, como en todas nuestras giras. - comenté riendo. A Effy siempre le había hecho mucha ilusión nuestra fama, y se emociana con cada gira como si fuese la primera. - ¿Y los demás? ¿No vienen?
- Sí, pero más tarde. No tenían muchas ganas de levantarse temprano. Si eso luego nos vamos todos juntos a comer, ¿te apetece?
- Claro que sí. - Comenté entre risas. Effy también se reía, la veía muy contenta de verme, y yo también me alegraba mucho. Estuvimos un rato charlando de temas varios, me preguntaba sobre todo por el grupo, qué ibamos a hacer ahora, si habíamos compuesto algo nuevo, y cosas del estilo. Intenté desviar el tema de conversación hacia ella, pues casi siempre se las apañaba para ocultarte o para no contarte las cosas.
- Bueno, cuéntame algo de tu vida. ¿Hay algo que debiera saber? - pregunté sonriendo maliciosamente. Ella se puso seria y bajó la mirada.
- No, qué va. - me miró y esbozó una sonrisa, que para mí significaba muchas cosas.

domingo, 8 de mayo de 2011

Save me. Cap 1

Me desperté cuando el sol, que ya estaba alto, dio directamente en los ojos. Me levanté lentamente, pues me dolía todo el cuerpo después de una larga gira de casi un año. En ese tiempo habíamos dado casi dos vueltas al planeta entero, y aún me siento fascinado por todo lo que hemos viajado. La gira por fin terminó el día anterior, y estuvimos de parranda toda la noche celebrando el éxito. Cuando me levanté para ir al baño me di cuenta de la gran resaca que tenía, y de lo mareado que estaba. Tras ducharme y tomarme un par de aspirinas, me dirigí a las habitaciones de los demás, pues aún estábamos en el hotel. Entré donde dormían Zacky y Matt, corrí despacio las cortinas para no hacer ruido y después salté encima de ellos para despertarlos.
- ¡Arriba dormilones! -grité con todas mis fuerzas, a pesar de que me dolía bastante la cabeza.
- ¡Aaagghh! Cállate, maldita sea. -dijo Matt tapándose los oídos. Él también se cogió una buena ayer. Zacky, por el contrario, se limitó a darse la vuelta, murmurar algo e intentó seguir durmiendo.
- Despiértale por favor. -le pedí a Matt, pues teníamos que coger el vuelo para volver a casa. Por fin.
La siguiente habitación era la de Johnny y la de Jimmy, pero cuando entré ya estaban despiertos.
Cogimos el vuelo nocturno para Hungtinton Beach, y llegamos más o menos por la mañana. Lo primero que hice cuando me bajé del avión fue respirar hondo el aire de mi ciudad, un aire lleno de aromas, pero donde predominaba el de la sal del mar. Nos despedimos todos y nos dirigimos a nuestros apartamentos.
Cuando llegué al mío lo primero que hice fue a llamar a mi familia, para decirles que todo había ido muy bien como en todas nuestras giras. Un rato después sonó mi móvil. Miré en la pantalla antes de contestar para ver quién era. Era Effy. Effy y yo eramos amigos desde hacía bastante tiempo, recuerdo que nos presentó Jimmy cuando teníamos 16 o 17 años. Desde entonces habíamos sido muy buenos amigos, pero la última vez que estuvimos juntos juntos las cosas quedaron un poco confusas entre nosotros.
- ¿Diga? -contesté.
- Hola Brian, soy yo Effy. ¿Cómo estás? ¿Habéis llegado ya?
-Estoy bien, todavía con un poco de resaca. Y sí, ya hemos llegado. Hace un par de horas o así que aterrizó el avión.
-Me alegro mucho, en serio. ¿Te apetece que nos veamos? Hace un montón de tiempo que no nos vemos. ¿Qué te parece mañana por la mañana en el parque?
- De acuerdo. -dije sonriendo.
-Vale, mañana nos vemos. Ya aviso yo a los demás, ¿vale? -dijo y colgó.
Sonreí. La verdad es que echaba mucho de menos a Effy y al resto de mis amigos, y me parecía perfecta la idea de Effy de quedar todos mañana.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Comienzo

¿Cómo expresar lo que siento? ¿Cómo definir mi estado de ánimo? Impotencia. Rabia. Tristeza. Dolor. Pero sobre todo vacío. No era capaz de imaginarme un mundo sin él. Un mundo sin mi mejor amigo, sin mi hermano. Noche tras noche despierto, acosado por las pesadillas y el imsomnio, empapado en un sudor terriblemente frío.
Ninguno sabíamos como reaccionar, nos creíamos incapaces de seguir adelante sin él, a pesar de todo lo que conseguimos después. Tras el funeral, lo primero que hicimos fue tomarnos un descanso, pero yo temía que fuese definitivo.
No sabía que hacer, las paredes me resultaban opresivas. Miraba el teléfono esperando que me llamase y me dijese que estaba bien. Es increíble lo que nos hace el dolor.
Es algo curioso, la muerte. La muerte no es lo mismo que morir. Morir es apagarse, que tu cerebro deje de funcionar y tu corazón se pare. ¿Qué es la muerte? ¿Qué es estar muerto? Porque no puede ser simplemente apagarse, desaparecer. Me negaba ciegamente a la idea de que hubiese, simplemente, desaparecido.
Una de las tantas noche de imsomnio comencé a repasar nuestra historia, la de todos, de como todo esto, al principio solo un sueño, se hizo realidad. Y decidí hacerla, distinta, porque a lo mejor si cambiaba algún detalle el no desaparecería.