miércoles, 4 de mayo de 2011

Comienzo

¿Cómo expresar lo que siento? ¿Cómo definir mi estado de ánimo? Impotencia. Rabia. Tristeza. Dolor. Pero sobre todo vacío. No era capaz de imaginarme un mundo sin él. Un mundo sin mi mejor amigo, sin mi hermano. Noche tras noche despierto, acosado por las pesadillas y el imsomnio, empapado en un sudor terriblemente frío.
Ninguno sabíamos como reaccionar, nos creíamos incapaces de seguir adelante sin él, a pesar de todo lo que conseguimos después. Tras el funeral, lo primero que hicimos fue tomarnos un descanso, pero yo temía que fuese definitivo.
No sabía que hacer, las paredes me resultaban opresivas. Miraba el teléfono esperando que me llamase y me dijese que estaba bien. Es increíble lo que nos hace el dolor.
Es algo curioso, la muerte. La muerte no es lo mismo que morir. Morir es apagarse, que tu cerebro deje de funcionar y tu corazón se pare. ¿Qué es la muerte? ¿Qué es estar muerto? Porque no puede ser simplemente apagarse, desaparecer. Me negaba ciegamente a la idea de que hubiese, simplemente, desaparecido.
Una de las tantas noche de imsomnio comencé a repasar nuestra historia, la de todos, de como todo esto, al principio solo un sueño, se hizo realidad. Y decidí hacerla, distinta, porque a lo mejor si cambiaba algún detalle el no desaparecería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario